Nos da gusto que el alcalde Enrique Rivas y su cabildo le hayan rendido un homenaje al músico Juan Báez, por ser un destacado percusionista que ha compartido escenario con cantantes de la talla de Tania Libertad y José Feliciano.
Además de músico, seguidor de jazz, al arquitecto Báez le gusta la cultura en general y lo mismo habla de cine, que de literatura o historia. Alguna vez, a propósito del libro que sobre Zapata escribió John Steinbeck, la plática derivó sobre penosa muerte que encontró Eufemio Zapata a manos del general Sidronio Camacho, en venganza porque Eufemio había golpeado a su padre. de lo cual se cumplen 100 años este domingo 18. Es un hombre preparado, pues.
Hasta hace unos pocos meses, Báez tenía a su cargo la cartera de cultura en el comité municipal del PRI y desde esa posición organizaba toda clase de actividades que tenían como destino a la comunidad en general, porque la cultura no debe tener credos políticos ni religiosos.
En fin, ¡Felicidades Juanito!
En otro tema, el delegado de Profeco, Eduardo Anaya, lanza una alerta a los neolaredenses para que no se dejen llevar por el canto de las sirenas de las empresas que ofertan tiempos compartidos en centros turísticos.
Explica que los promotores suelen contactar a los prospectos a través del teléfono o del facebook, y con el cuento de que cuentan con un excelente manejo crediticio, les ofrecen noches gratis en hoteles, u otros regalos, a cambio de que asistan a una plática en la que se les sugiere llevan consigo su tarjeta de crédito.
Con argucias se envuelve a los prospectos y estos terminan autorizando cargos a su tarjeta, de 15, 30 , 40 mil pesos o más, a cambio de comprar tiempos compartidos en departamentos y hoteles en centros turísticos nacionales y extranjeros, que no siempre resultan ser lo que parecen.
Estos tiempos compartidos son muy promocionados en las playas mexicanas y cuando el turista no los conoce y se anima a recorrer las instalaciones de los hoteles, a los 10 minutos ya está harto, pero batalla para deshacerse a los promotores.
La verdad es que si usted quiere ir a Disney, a Las Vegas, a Punta Mita, a Machu Picchu o a dónde su presupuesto le alcance, contacte directamente a los prestadores de servicios, o a través de una agencia de viajes, pero olvídese de los tiempos compartidos, porque es más fácil que se desilusione a lo contrario.
En todo caso, dice Anaya, revise muy bien la propuesta, analícela en familia, vea que tan conveniente es, porque a fin de cuenta se ofrece el uso de un cuarto de hotel, pero hay que pagar el transporte aéreo y cubrir los gastos ordinarios. El pago del hotel es un porcentaje mínimo comparado con los demás gastos, además de que no siempre están disponibles los mejores hoteles de cada ciudad. No es lo mismo quedarse en un hotel Disney, que en uno ubicado afuera de esa zona.
La Profeco atiende varias denuncias de compradores inconformes con estos paquetes de tiempo compartido.