El atraso con que Morena presentó a sus candidatos a la diputación local mantuvo a la expectativa a los estrategas del PAN y el PRI.
Había interés en conocer a los adversarios. No les ven atributos para competir y ganar.
A eso se le agrega que en la boleta no aparecerá el nombre de Andrés Manuel López Obrador y si bien es cierto que todos los días ofrece conferencias de prensa, estas ya no tienen el impacto que tuvieron semanas atrás.
A ello hay que agregar los dislates de los últimos días que lo han convertido en el hazmerreir mundial. De pena ajena.
Por cierto que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena activó un proceso interno contra el senador suplente Alejandro Rojas Díaz Durán que en las últimas semanas ha criticado muy fuerte a la presidenta nacional de ese partido, Yeidckol Polevnsky, quien tiene la piel tan delgadita que quiere que se le sancione.
Morena no tolera la crítica interna porque sigue el ejemplo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en su intolerancia dividió al país en fifís y chairos.
A ver si AMLO se atreve a llamarle fifí al Rey Felipe VI de España y al Papa Francisco, por no hacerle caso a sus ocurrencias.
Por otra parte, que cosas tiene la vida. Jorge Isaac López dejó al PRI para irse a dirigir la campaña del Movimiento Ciudadano.
Por su parte, Jaime Emilio Gutiérrez está apoyando al panista Félix Fernando García Aguiar en la frontera chica.
Jaime Emilio fue candidato del PRI en el distrito 3, que incluye a la frontera chica, en el 2016 y perdió ante Glafiro Salinas.