Primero renunció Josefa González Blanco a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales; luego le tocó el turno a Germán Martínez, como Director del Seguro Social; ahora lo hizo Carlos Urzúa, a la Secretaría de Hacienda.
Tanto Germán Martínez como Carlos Urzúa, renunciaron mediante cartas muy duras, sobre todo la del primero, aunque el segundo, en la frase “se han tomado decisiones de política pública sin suficiente sustento”, es muy fuerte. Duro contra López Obrador.
La renuncia de Urzúa se presenta en un momento en que no debió darse, porque la economía se sujeta con pinzas, por más que el Presidente presuma que esta requetebién, en base a los datos que tiene, pero ya se dio, y ahora, con el nuevo Secretario, Arturo Herrera, hay que enviar un mensaje de cordura y seguridad a inversionistas nacionales y extranjeros, pero sobre todo a las calificadoras y a los organismos internacionales. Vivimos en la era de la globalización, no podemos aislarnos del resto del mundo, como lo quisiera nuestro anacrónico Presidente.
Tres bajas importantes en el gabinete, en menos de 8 meses de gobierno, son un dato para mover a la reflexión al Presidente López Obrador.
El periódico Reforma publicó el lunes que Alejandro Moreno, que busca ser dirigente nacional del PRI, tiene una casa de 46 millones de pesos que adquirió cuando era gobernador de Campeche de 2015 a 2019 y en ese lapso tuvo ingresos por 5 millones de pesos anuales. Lo números no cuadran.
Habrá que ver si esta información afecta la campaña de Moreno, pues acabamos de ver que en Puebla a Miguel Angel Barbosa se le exhibió por tener una casa de 120 millones de pesos en Coyoacán y a pesar de eso ganó la elección de gobernador.
Y en Baja California, al candidato de Morena, Jaime Bonilla se le olvidó declarar una casa de 24 millones en California, Estados Unidos, y de todos modos ganó.
Moreno sigue siendo el favorito para ganar, la cargada está con él, tanto en los estados donde gobierna el PRI –tiene el apoyo de 11 de los 12 Estados– como en las entidades donde el partido es opositor, como es el caso de Tamaulipas.
En Nuevo Laredo la regidora Ana Laura Anzaldúa está con Ivonne Ortega, la ex gobernadora de Yucatán que le está dando la pelea al campechano.
Reconstruir al PRI va a ser una tarea titánica, pero alguien tiene que intentarlo.
