La llegada de Carlos Salazar Lomelín a la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), es una buena señal que mandan los hombres de negocios al Presidente Andrés Manuel López Obrador, acto mediante el cual, se pusieron fin a los ataques políticos que por doce años, los primeros, perpetraron contra el hoy mandatario federal.
¿Quién no recuerda los spots del CCE en la campaña presidencial del 2006 bajo el título “apostarle a algo distinto es retroceder, defendamos lo que hemos logrado”? aquel llamado indirecto a no votar por el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador fue el primer misil de guerra, lo mismo hicieron en el proceso electoral del 2012 hasta llegar al último enfrentamiento relacionado a la consulta popular, con la cual, el actual gobierno de la república, canceló el aeropuerto de Texcoco el pasado mes de octubre de 2018.
Hoy, la lucha frontal de intereses entre el presidente de México y el CCE parece haber cesado, pues ésta semana, en el mensaje político que ofreció el nuevo presidente del órgano camaral durante su toma de protesta, parafraseo al presidente de México con un: “sobre la ley nada, con la ley todo”, para quienes leen entre líneas entendieron que la nueva dirigencia se pone a tono con los nuevos tiempos, estos donde el cambio de régimen está en marcha y, para reafirmar el compromiso del CCE, en una de las líneas discursivas finales, Salazar Lomelín, el hombre que durante toda una vida laboró en FEMSA (Fomento Económico Mexicano S.A.B. de C.V.) hasta llegar a ocupar la dirección general del holding, acotó: “los políticos y los empresarios tienen el mismo compromiso, beneficiar a los ciudadanos y promover el bienestar”, otra línea cifrada donde se desmarca de sus anteriores dirigentes y abre paso a renovar el compromiso empresarial por trabajar de la mano del gobierno federal.
El perfil profesional de Carlos Salazar Lomelín como economista y maestro en desarrollo económico, lo avalan como especialista en materia económica, así mismo, haber trabajado desde 1973 en FEMSA, hacen de él, un conocedor de las variables económicas que afectan las finanzas del sector privado, mismas que suelen surgir de políticas públicas y acciones de gobierno, por lo que podrá hablar directo y con conocimiento de causa con el presidente de la república en aras de construir juntos un plan de trabajo paralelo, pero con la misma finalidad, promover la inversión, generar empleos de calidad para los ciudadanos y, sobre todo, que se cumpla con el pago oportuno de los impuestos federales causados por la iniciativa privada sin esperanzas de devoluciones de IVA e ISR como sucedía en el pasado.
En respuesta al discurso de Salazar Lomelín, el Presidente de México dijo: “la inversión pública será el capital semilla y se mezclará con la inversión privada nacional y extranjera para promover una economía mixta, tenemos apertura económica y financiera”, por lo tanto, parece que no habrá más conflictos entre ambas partes, al mismo tiempo, se aprecia que tanto el mensaje del presidente de México y el del presidente del CCE se ajustan a la recomendación que envió esta semana Alejandro Werner, Director del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, ya que éste, recomendó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, acelerar el crecimiento económico mediante la reactivación del proceso de inversión.
Twitter: @carloskgv
