El trio que pretende mover al mundo, imponer condiciones so pena de la seguridad mundial y el acoso de la guerra nuclear, provinente desde luego del otro bloke militarizado compuesto por Korea del Norte, Rusia, Siria, Iran, y China en lo comercial. El señor Trump se queja de que a Estados Unidos le cuesta mucho sostener la Organización para el Tratado del Atlantico Norte (OTAN), que entran a la Unión Americana, mucho más mercancias de las que se exportan a China, México, Canada, Japon y otras naciones más, de donde surge su déficit fiscal, comercial hy de deuda interna y externa.
Inteligente, paciente y casi didáctica, ha sido hasta ahora, la respuesta francesa, alemana, canadiense y mexicana, para decir lo menos. La señora Merker, por ejemplo, le ha dicho al incongruente y poco inteligente Trump, que el estado de cosas prevaleciente es consecuencia de los acuerdos de Mastrit Washington (sustantivo castellanizado), por lo que hace a lo económico, y del estado de indefención en que quedó Europa al término de la Segunda Guerra Mundial, de la que, por cierto, Estados Unidos al igual que la Unión Sovietica, surgieron como primeras potencias militar y económica en el mundo.
Suceso éste último, con el que se inició el expancionismo militar y económico americano, y por supuesto, la concreción del lema conocido como el “Destino Manifiesto” emblema icónico que inspiró, desde su fundación, la forma constitutiva del Estado Norteamericano.
Mire usted, amigo lector, (esto no lo dijo la señora Merker). El gobierno de Estados Unidos tiene 42 bases militares que albergan poco más de cincuenta millones de personas, entre efectivos militares, de inteligencia y de otro caracter, en todo el mundo, con lo que se ha converetido en el policía de todos y del planeta entero, condición que le permite meterse en todo y sacar provecho económico y estratégico de todo.
Carga y responsabilidad ésta, que el señor Trump, ya no está dispuesto a sobrellevar, al decir de sus criterios gerenciale, que no de Estado, y mucho menos de liderazgo universal. Luego entonces, no es dificil imaginar lo que sucederá con los vacíos de liderazgo que Estados Unidos va dejando día a día, al paso de su retiro de la escena mundial y su consecuente aislamiento.
Los espacios dejados por Estados Unidos, serán ocupados sin duda alguna,y al paralelo de la militarización por algunas potencias económicas de Europa y Asia (entiendase Alemania, Francia, China, Korea del Sur, Japon y algunos de los tígeres asiaticos), con lo que vendrá inmediatamente enseguida el expansionismo y dominación económica de estas naciones, precursoras ciertamente, de un nuevo orden económico y militar en Occidente.
Es, sin temor a equivocarnos, un error histórico el que Estados Unidos está cometiendo ahora; está propiciando el fin de la globalización económica y la apertura de mercados mundiales, está negando su propia génesis al manejar, con criterios gerenciales propios de un comerciante o empresario que no atina a entender, lo que los votos electorales, que no el voto popular, pues sacó menos votos que la señora Clinton, y las formas democráticas, de la que hasta hace bien poco fuera la primera potencia mundial, pusieron en sus manso. Está, amigo lector, El señor Trump, consiguiendo su anhelo mesianico de cambiar al mundo, de eregirse en el Gorvachov de Occidente.
Hasta donde, entonces, se puede justificar o permitir en una democracia (en una dictadura como la de la ex Unión Sovietica, se podría entender), que un hombre que desconoce o pretende ignora los principios del liberalismo económico, político, social y democrático como fuente bienestar social, y por supuesto el largo e inteligente proceso de empoderamiento universal de la nación americana y de Occidente mismo, siga adelante con su tarea destructiva y omisa.
Lo mismo podría suceder en México para los próximos años, como ya sucedió en otros países de America Latina, en los que ya se dan procesos de reencausamiento económico en democracia, países en los que se presentó la misma anomalía democrática, como Argentina, Brasi y Ecuador. ¿En donde está pues?, la eficiencia del sistema pesos y contrapesos que debe existir en un sistema político democrático-presidencial.
Sin duda nos toca, por mala fortuna, vivir tiempos histórico-regresivos, en los que se escribe el libro que luego le platicaremos.
GRACIAS POR SU TIEMPO.
