Si en el PRI su candidato presidencial se decidiera por encuestas serias, el elegido sería Miguel Angel Osorio Chong.
Osorio es el aspirante mejor posicionado en todas las encuestas que se han realizado en los últimos meses, de entre los aspirantes priistas.
Sin embargo, hay muchas señales que indican que el elegido por el PRI, o mejor dicho por el Presidente Enrique Peña, será José Antonio Meade, que goza de popularidad y simpatía entre la cúpula panista. El problema de Meade es que no es popular entre los ciudadanos de a pie, sería mal candidato y quién sabe si el tiempo le alcance para superar a Andrés Manuel López Obrador.
En teoría, Meade puede ser buen Presidente, pero mal candidato y en México desde hace algunos años no ganan las elecciones los mejores, sino los más populares.
El Presidente Peña mostró señales favorables para Meade, cuando en agosto ordenó reformar los estatutos del PRI para eliminar el candado que establecía que para ser candidato presidencial era necesario militar en el partido.
Y en estos días acaba de mandar otra señal, cuando reconoció que en los dos últimos años la inseguridad se ha disparado en México, dardo dirigido a Osorio Chong y que haría ver mal al propio Presidente si en las próximas dos o tres semanas destapa al propio Secretario de Gobernación como candidato presidencial del PRI.
Enrique Peña ha mostrado ser buen estratega político, en los procesos en los que se involucra directamente. Lo vimos en el Estado de México. El fue quien compitió y derrotó a Andrés Manuel López Obrador, el candidato real de Morena.
Seis años atrás, cuando todo hacía indicar que en el Estado de México, Peña Nieto dejaría como su sucesor a Alfredo del Mazo, optó por Eruviel Avila, porque traía una trayectoria de ganador y las encuestas lo favorecían. Pëña no se equivocó con Avila, como tampoco seis años después con del Mazo.
No se sabe por qué personaje se decidirá Peña Nieto para la presidencia de la república y el tiempo dirá si su decisión fue certera o no. Lo que sí es cierto es que sea el candidato Osorio o Meade, o cualquier otro, la elección será complicada para el PRI, quizá como en el 2006, cuando Felipe Calderón ganó con 243 mil votos de diferencia, equivalentes al menos del 1 por ciento y que fue motivo para que AMLO protestara y bloqueara la avenida Reforma.
Obviamente Peña Nieto quiere que su partido permanezca en el poder.