El Gobierno del Estado reaccionó rápidamente a la contingencia en Reynosa. Desde la misma noche del lunes desplegó personal de Protección Civil y de la Comisión Estatal del Agua.
Los equipos aplicaron las primeras medidas para desalojar el agua de más de 50 colonias que quedaron inundadas derivado de la poderosa tromba que arrojó más de 7 pulgadas de agua en unas horas.
Además de cientos de casas en el agua, algunas Maquiladoras resultaron anegadas en su interior y lo más significativo de la emergencia fue el área de urgencia del IMSS donde enfermeras y familiares de pacientes hacían esfuerzos por “sacar” el agua a cubetazos.
El martes a primera hora se instalaron bombas para acelerar el desagüe en un operativo.
Las colonias afectadas recibieron paquetes de limpieza enviados por el Sistema DIF Tamaulipas.
Se entregaron despensas y se instalaron 20 comedores comunitarios en las zonas más afectadas para servir raciones de comida repartiéndose casi 3 mil platillos entre las familias.
La Secretaria de Salud desplegó cuadrillas con más de 300 elementos para acciones de fumigación y nebulización para prevenir la propagación de mosquitos transmisores de enfermedades.
Atender la emergencia implicó la movilización de muchos recursos humanos y económicos. ¿Que tanto influyó la acumulación de la basura en la extrema inundación que sufrió la ciudad?
Las imágenes compartidas por los ciudadanos revelaron una gran cantidad de desechos que impidieron la fluidez del agua y originaron que esta se introdujera a las viviendas dejando muchas pérdidas.
Según la alcaldesa Maki Ortiz “hace poco se había realizado una jornada de limpieza”, pero en la actual temporada de lluvia, cuando las trombas se desatan de manera sorpresiva, la limpieza debiera ser permanente.
En general, dos aspectos muy domésticos acapararon los espacios mediáticos de la semana: por supuesto la inundación y la basura en Reynosa y en contraparte la falta de agua en Victoria.
Ambos temas inundaron las redes sociales de comentarios, memes, críticas constructivas y destructivas pero sobre todo de justos reclamos.
En la capital del Estado la emergencia se extiende en medio de la impotencia ciudadana y la evidente incapacidad del alcalde Xico González que ni siquiera le alcanza para dimensionar el problema.
Un usuario en twiter recomendó que en el próximo carnaval no descarten coronar a la alcaldesa Maki Ortiz como la reina de la basura y de paso al bailarín Xico González como el rey feo.
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La reina y el rey
