Aún muchos neolaredenses recuerdan cuando en 1977 el equipo de béisbol los Tecolotes de Nuevo Laredo ganó el campeonato de la Liga Mexicana de Béisbol ante los aguerridos Diablos Rojos de México en el emblemático parque La Junta. Muchos evocan aún aquella narración del gran Kid Alto que emocionadísimo declaró campeón al equipo de casa en medio de la locura.
Cuando eso sucedió yo apenas iba a cumplir cinco años de edad, y en mi mente aún está que uno de mis primos, ya fallecido, nos llevó a mi tía, a mis primos y a mí a uno de los juegos de playoffs previos al del gane del campeonato, y nunca se me ha olvidado cómo en un jonrón de no sé quién, la gente se paró emocionadísima de sus asientos aplaudiendo y gritando con gran euforia. Creo que ese es el más viejo de mis recuerdos, pues de esto ya hace más de 40 años. Al año siguiente, es decir en 1978, mi madre, mi hermano y yo nos fuimos a vivir a la colonia Zaragoza, a escasas tres cuadras del parque La Junta. Y en las noches de béisbol se escuchaba la gritería de la afición.
Eran tiempos en que el parque se llenaba de fanáticos, lo cual se mantuvo en toda la década de los 80´s con aquellos poderosos trabucos como Andrés Mora, Carlos Soto y Alejandro Ortiz, que juntos llegaron a ser considerados los Tres Mosqueteros. Para ese entonces yo estaba ya más grande e iba a los alrededores del parque, principalmente al área de frontón de la Unidad Deportiva para buscar pelotas que salían del parque a batazos.
En todo el tiempo que fui solo conseguí una, pues éramos muchos los chamacos que andábamos en la misma tarea. En ese entonces yo no tenía dinero para pagar un boleto de entrada, por lo que prefería escuchar los juegos narrados a través del 960 de la XEK.
Sin embargo la segunda vez que entré al estadio en mi corta vida fue bajo el argumento de que iba a vender palomitas, y me dieron una especie de charola donde venían encajados varios conos de palomitas, pero en lugar de ponerme a venderlas, me puse a ver el juego. Me llamaron la atención y me cambié de lugar, y otra vez lo mismo, y entonces me sacaron del estadio. Una vez deambulando por la calle Porfirio Díaz, afuera del parque, me encontré un billete de mil pesos, de esos con la efigie de Sor Juana Ines de la Cruz, y aunque pude comprar un boleto para ver el juego, mejor me fui a casa a dárselo a mamá, pues hacía más falta para el gasto. Total que no fue sino hasta fines de la década de los 80´s, cuando ya trabajando para el periódico Laredo Ahora, y cubriendo la sección deportiva, iba a cubrir los juegos de los Tecos como fotógrafo del compañero Pedro Carlos Ríos, y ahí hasta en el “dogout” del equipo de casa me la pasaba, viendo las jugadas a primer plano y siendo testigo de cómo se ganó el campeonato de 1989, el último del equipo, ante Leones de Yucatán, y narrado en radio por el gran Jesús Franco García. Ya después cuando trabajé en El Diario, iba seguido, pagando mi boleto. Estuve en uno de los juegos del campeonato de 1993 que desgraciadamente se perdió ante Olmecas de Tabasco. Después los Tecos se fueron, regresaron, se volvieron a ir, otra vez regresaron, estrenaron estadio, se fueron de nueva cuenta y hoy están de nuevo de regreso.
Y justamente este fin de semana el béisbol regresó al parque La Junta con varios juegos de exhibición entre el nuevo equipo de casa y los Saraperos de Saltillo, y el añejo estadio volvió a lucir como en sus mejores tiempos. Los juegos de la temporada oficial que está por iniciar no se llevarán a cabo en dicho parque, que ya no cubre los requisitos de la Liga Mexicana, sino en el de la Nueva Ciudad Deportiva. Aquí el caso es que los aficionados de corazón irán a apoyar al equipo, aún cuando jueguen fuera de casa. Y eso será lo importante apoyar al equipo, llenar el estadio vayan como vayan en la tabla de posiciones, para que el béisbol se mantenga, pues la verdad se está haciendo mucho esfuerzo por parte del Ayuntamiento y de la directiva que le está apostando a la plaza, para mantener vivo en esta ciudad al Rey de los Deportes. De nosotros depende llenar el estadio, juntarnos aunque no sea en La Junta, y porque no, aspirar a ganar el ansiado sexto gallardete y así pasar del quinto al cuarto lugar como equipo con más campeonatos ganados. ¡Vamos Tecos!
