De 784 mil votos que obtuvo en Tamaulipas en el 2018, Morena pasó a 240 mil en este 2019, en cifras preliminares. Se derrumbó el mito AMLO, ese mito con el cual algunos ingenuos morenistas querían apantallar a los adversarios y hablaban de un Morena invencible, que no necesitaba a nadie. Por eso hicieron a un lado a personajes de otros partidos. Por eso hicieron a un lado a militantes que no pertenecían al círculo privilegiado, como ocurrió en Nuevo Laredo.
Y si el mito AMLO se derrumbó en Tamaulipas, igual pasó en Nuevo Laredo, donde de 66 mil votos que logró en el 2018, cayó a 27 mil.
Morena cometió muchos errores: impuso a candidatos desconocidos, sin dinero, sin propuestas novedosas, permitió la desunión, menospreció a grupos externos, los candidatos no hicieron campaña, usaron los apoyos sociales para crear burbujas, le apostaron todo a AMLO, como si fuese un Dios terrenal, entre otras cosas,
Morena fue aplastado, humillado y lo dejan sin esperanzas para el 2021. ¿Quién se atreverá a meterle dinero en una aventura incierta? ¿Quién se arriesga a competir y se expone a ser devorado por las tribus internas? ¿Trabajar ahorita, para que otros sean los beneficiados?
Morena fue incapaz de competirle al PAN y de paso contribuyó a debilitar más al PRI que de 37 mil votos en el 2018 pasó a 13 mil. Adiós al voto duro. Juntos, Morena y el PRI, lograron el 38 por ciento de los votos, contra 48 del PAN.
Si a Morena se le ven pocas esperanzas para el 2021, peor es el panorama para el PRI, condenado a seguir fraccionándose, ante la falta de apoyos económicos para sostener su estructura. Y como no hay dinero, las estructuras emigran a otro lado.
Es cierto que faltan dos años para la próxima elección. ¿Pero, quién va invertirle dinero?. Y los triunfos se construyen con mucho tiempo de anticipación. Ahí está el caso del mitómano y timorato de AMLO que necesitó de tres elecciones para llegar.
Morena tiene muchos pendientes por resolver, empezando por la presencia de 5 o 6 grupos, integrados todos por generales, pero de papel. No hay generales formados en el campo de batalla ni en la academia. Además son cerrados, todo lo ven blanco o negro. Hay quien antes le echaba porras al PAN y vivió de él y ahora dice lo contrario. Hay quien antes despreciaban a AMLO y cuando le vio posibilidades de ganar, se unió a Morena. Cuando AMLO caiga en desgracia y surja una nueva fuerza política nacional, van a cambiar de siglas. Total, es como si se tratase de ropa interior. Aquí no importan los principios.
Cada uno de estos grupos que hay al interior de Morena se cree mejor que los demás. Ninguno alienta la unidad, porque hasta antes de la elección estaban convencidos que Morena era invencible. Algunos se ven ridículos pavoneándose de que en el 2021, AMLO aparecerá en las boletas para que la gente vote por la revocación de mandato. ¡Cuidado!, porque igual y los mexicanos salen a votar para pedirle que se vaya, que deje la presidencia.