Ninguna elección es igual. Todas tienen características particulares.
Lo que es evidente es que la votación es mayor en una elección federal presidencial, que en una intermedia.
Lo mismo pasa con los procesos electorales locales, cuando van aparejadas con la elección de gobernador, hay mayor participación ciudadana que en una elección en la que se elige solo a alcaldes.
Mayor participación también se da en una elección federal que en una local.
En las últimas tres elecciones presidenciales, del 2006, 2012 y 2018, aquí en Nuevo Laredo ha participado un 51.4 por ciento, en tanto que en las últimas cinco elecciones de alcalde, del 2007, 2010, 2013, 2016 y 2018, la participación promedio ha sido del 45.5.
En la del 2007 participó el 39.43; en el 2010, 38.48; en el 2013, 47.23; en el 2016, 48.55; y en el 2018, 54.01.
Hay un estudio que prevé que este año en Tamaulipas participe el 49.3 por ciento y que en Nuevo Laredo rebase el 40 por ciento. Es un cálculo razonable, si tomamos en cuenta los resultados de la última elección.
La verdad la vamos a saber el día de la jornada electoral.
Claro, vamos a vivir una elección atípica en la que por primera vez solo se va a elegir a diputados. Tradicionalmente a estos se les elegía junto con el gobernador y el alcalde, cada seis años, o junto con los presidentes municipales, cada tres años. Esto le metía sabor al proceso electoral, porque en una elección de diputado solo gana éste, a diferencia de lo que pasa en la de alcalde o gobernador, en la que el vencedor beneficia a miles de sus seguidores.
En cifras redondas el distrito 1 tiene 120 mil electores; el 2, 128 mil; y el 3, 117 mil. Con una participación del 40 por ciento habría una votación efectiva de 50 mil ciudadanos, votos más, votos menos, en cada distrito.
Las campañas empezarán en unos días más y el trabajo que desplieguen los partidos en los primeros 15 días nos permitirá hacernos una idea de si podrán despertar la curiosidad de los ciudadanos como para que estos salgan a votar el 2 de junio.