El crecimiento de Nuevo Laredo

Este reciente sábado acudí a una gira de trabajo del Presidente Municipal de Nuevo Laredo, Enrique Rivas Cuéllar, por colonias del poniente de la ciudad donde se están llevando a cabo diversos trabajos de introducción de redes de drenaje y agua potable, tales como San Roberto, Independencia Nacional e Insurgentes, que dicho sea de paso aún no están del todo regularizadas, pero aún así se les está llevando dichos servicios básicos a los habitantes de las mismas, como parte de la modernidad que busca la presente administración municipal. En lo personal me quedé sorprendido porque no había entrado yo a las colonias San Roberto e Independencia Nacional (a la Insurgentes sí), y es sorprendente la cantidad de viviendas que hay en esos sitios, y las familias que las moran. Cierto es que son terrenos irregulares que han sido vendidos por ejidatarios, pero de una u otra forma representan un patrimonio para los residentes, a quienes el gobierno ha tenido que responder con obras, e incluso también con escuelas, cumpliendo así su obligación. Y lo más sorprendente es que algunas colonias siguen creciendo todavía más, empujándose hacia el poniente, tal y como ha sido el crecimiento constante de Nuevo Laredo, hacia el poniente, que es hacia donde evidentemente se puede seguir creciendo, lo mismo que al sur. Y con esto viene a mi memoria como Nuevo Laredo ha ido creciendo de manera escandalosa en los últimos 30 años. Yo me acuerdo cuando era chamaco, que tenía 14 años y me gustaba mucho viajar en los camiones, la ciudad llegaba hasta la colonia Hipódromo, hacia el poniente, y hasta la Buenavista, al norponiente. En lo que respecta al sur, el Kilómetro 18 era, y sigue siendo, lo más alejado, aunque no con tantas casas como ahora. En sí la colonia Fovissste ya estaba en las orillas, y de ahí se iba uno “rancheando” hacia el sur. Al norponiente la tienda de Navarro estaba ya a la salida de la ciudad, era el último sitio para comprar algo para salir rumbo al Carrizo. De hecho ahí ya era la Carretera a Piedras Negras, ahora convertida en avenida Revolución. El camión Ribereña llegaba hasta la Eva Samano y se regresaba. Muchos se tenían que bajar en el crucero de Eva Samano y Carretera a Piedras Negras (que ahí empezaba) para ir con rumbo a colonias como Bertha del Avellano, adjunta a la Buenavista, o peor aún a la Claudette Villarreal, que era la más alejada hacia el norte. El camión Mina iba un poquito más adelante, hasta la Secundaria 5, e igualmente se regresaba. Al poniente, el Rastro Municipal estaba ya en las afueras de la ciudad. Los camiones que llevaban por aquel rumbo era el Panteón Puente y Aduana Panteón, ya desaparecidos, y muchos también tenían que caminar para enfilar a otros sitios más alejados. En ese entonces se empezaba a fundar la colonia Nueva Era, que estaba lejísimos, era algo así como lo que ahora es la colonia El Campanario, la más alejada de la ciudad. Tras la Nueva Era vino la colonia Voluntad y Trabajo 1, ahora Américo Villarreal Guerra, y de ahí se generó un polo de desarrollo que generó más colonias como la 20 de Noviembre, La Fe, y al norponiente La Sandía, las Voluntades 2, 3 y 4, y un mar de etcéteras, porque son tantas las colonias que no podría citarlas todas. Es tanto el crecimiento que ha tenido la ciudad, que aunque muchos no lo quieran creer o cuando menos aceptar, el Polyforum La Fe ya está en el mero centro de la ciudad, basta ver el mapa de Nuevo Laredo en Google Maps, para comprobarlo. Así es que Nuevo Laredo sigue creciendo, ya somos más de medio millón de habitantes (hay quienes dicen que casi 700 mil), aunque nuestras autoridades federales nos siguen manteniendo por debajo de los 330 mil, por así convenir a sus intereses, para no darle más presupuesto a Nuevo Laredo, bajo el argumento de que nuestra ciudad está en los primeros lugar con mayor presupuesto per cápita del país. El caso es que a mayor crecimiento, mayores exigencias, y por ende mayores inversiones, y a decir verdad en este sentido vamos bien, por lo que no debemos perder el rumbo para llevar la modernidad a donde se requiere. De nosotros depende que así sea.