En la primera encuesta para eliminar el proyecto del aeropuerto de Texcoco participaron un millón 67 mil, ahora en la más reciente para avalar 10 proyectos lo hicieron 925 mil. En pocas semanas, dejaron de participar 142 mil personas.
En Nuevo Laredo de 2,525 en el primer ejercicio, se cayó a 1,862 en el segundo.
Esta caída en la participación de la militancia fiel al Presidente Andrés Manuel López Obrador es un reflejo que le pega a su imagen y una encuesta del periódico El Universal señala que su popularidad pasó de 66 puntos hace tres meses, a 55, todo esto a cuatro días de que formalmente asuma la presidencia. Y decimos formalmente, porque en los últimos cinco meses no ha actuado como Presidente Electo, sino en funciones y ha tomado decisiones como tal, como cancelar el aeropuerto de Texcoco, sin importar los 100 mil millones invertidos, o cinco mil millones de dólares.
La cancelación de ese proyecto, y sus cinco mil millones de dólares tirados a la basura, se equiparan a los 104 mil millones de pesos que sería el quebranto a las finanzas públicas si se reduce el IVA y el ISR en la frontera. Son 104 mil millones muy buenos para brindar ayuda asistencial a los pobres.
Ya viene siendo hora de que López Obrador escuche y les haga caso a los expertos e investigadores, que los tiene, y en todas las áreas, desde seguridad, economía, historia, ciencia, cultura, tecnología. Pero hasta ahora a estos expertos no les hace caso, eso en el supuesto de que tengan el valor y la honradez de acercársele y hablarle con la verdad.
Mientras tanto, en la vecina ciudad el precio de la gasolina está a 2.19 dólares el galón, alrededor de 11 pesos el litro, muy por debajo de los casi 18 que cuesta en Nuevo Laredo y 20 en el interior del país. Y eso que se nos dijo que con la reforma energética bajaría el precio de la gasolina. Fue una enorme mentira, como muchas del gobierno federal que ya se va.
No solo es más barata además es de mejor calidad que la que se vende en el lado mexicano y además los litros si están completos. Rinde más y esto lo han comprobado los consumidores.
Bendita geografía que nos permite tener acceso a precios de película.
Esta bendita geografía en realidad nos permite beneficiarnos de muchas ventajas que se consiguen en el lado americano, sin tener la nacionalidad.