El ex rector de la UNAM José Antonio Narro Robles, anunció que renuncia a sus aspiraciones para ser dirigente nacional del PRI y al mismo tiempo renuncia a sus 46 años de militancia, porque no quiere ser parte de la “simulación”.
O sea que el señor Narro quería ser dirigente del PRI por designación.
La realidad es que la cúpula priista ya se decidió desde hace un buen rato por Alejandro Moreno Cárdenas, gobernador de Campeche. 11 de los 12 gobernadores del PRI se manifestaron recientemente por él.
Si el PRI quiere fortalecerse, necesitará recursos económicos para promoverse y esos dineros saldrán de los 12 Estados donde gobierna el PRI. De esos 12 Estados saldrán recursos para apoyar a los comités estatales de los 22 Estados donde el PRI es opositor.
Aquí en Tamaulipas se filtró el dato de que al dejar la dirigencia estatal del PRI, Sergio Guajardo Maldonado, recibía un apoyo de 5 millones de pesos mensuales de parte del gobierno de San Luis Potosí.
Por supuesto que ninguna autoridad investigó esa versión, porque al gobierno federal lo único que le interesa es regalar dinero a los pobres para que sobrevivan, pero sin salir de la pobreza.
Narro Robles se ve ingenuo al denunciar que hay simulación en el PRI, ¿se enteró después de 46 años de militancia?
Aquí en Nuevo Laredo, crecen las inquietudes de priistas que quieren un cambio.
Hay quienes ya promueven las aspiraciones del profesor Adán Hernández quien ya levantó la mano y pide una oportunidad.
Este auto destape de Adán Hernández es aplaudible.
El PRI tiene cinco procesos electorales continuos sin ganar en Nuevo Laredo. Su voto duro pasó de 83 mil a 13 mil votos en los últimos 9 años. En lo económico al PRI le está yendo tan mal que el año pasado le cortaron la energía en sus oficinas municipales y su dirigente Mónica García acaba de anunciar que ofrecen en renta parte de sus instalaciones.
Y si pese a todo lo mal que le está yendo al PRI, Adán Hernández pide que le den la oportunidad de dirigirlo, es un tema que vale la pena valorarlo, por propios y extraños. Es ese tipo de militantes los que son necesarios en todos los partidos.
Sacar adelante al PRI se ve complicado y si alguien levanta la mano pidiendo que lo dejen hacerse cargo, por lo menos se debe escuchar su propuesta.
Pero además el maestro Adán no es un improvisado. Conoce las entrañas del partido, ha capacitado a cientos y miles de militantes, sobre los documentos básicos del PRI. Sabe a lo que se enfrenta, sabe que si lo dejan dirigir al PRI, no es tarea fácil.