En un mundo conectado por la economía y el comercio, el proteccionismo es una fuerte amenaza para la estabilidad global. Ejemplo de esto es la caída de los principales indicadores bursátiles del mundo en días pasados; resultado de las declaraciones por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) respecto a una desaceleración de la producción mundial en 2018 y 2019; consecuencia del proteccionismo de Estados Unidos (EE.UU). Así como por el alza de interés por parte de la Reserva Federal de EE.UU..
El martes pasado, el FMI recortó sus pronósticos de crecimiento mundial, pasando de 3.9% al 3.7%. Los nuevos pronósticos se publicaron en el marco de la reunión anual del FMI y el Banco Mundial, que este año se realizó en la isla de Bali, Indonesia. El descenso de la actividad económica se debe principalmente a los aranceles impuestos en la guerra, pues obligan a los países involucrados a producir con su propia materia prima o a cambiar de proveedores, lo que incrementa los costos y precios, reduce el consumo, reduce los ingresos de las empresas y la oferta de empleo de éstas.
Estos efectos son a largo plazo y difícil de predecir, por lo que se genera desconfianza e inestabilidad. Sin embargo, los indicadores bursátiles son un termómetro de la confianza de los inversionistas en los mercados. En este sentido, la caída de los principales indicadores de Wall Street, que arrastró a las bolsas de Europa, Asia y Latino América, es el reflejo de la inestabilidad que está generando la ola proteccionista. La caída se debe a la venta masiva de acciones, a causa de la declaración del FMI sobre la desaceleración productiva mundial, que a su vez, es provocada por la guerra comercial.
A este efecto dominó, se le suma otro factor que está afectando la confianza de los inversionistas, y a los mercados, la subida masiva de los tipos de interés interbancario en Estados Unidos. La economía estadounidense ha tenido un desarrollo positivo en los últimos años. Por lo que la FED considera que el comportamiento de los consumidores debe ser controlado para evitar el aumento de la inflación y el desempleo en EE.UU, además de atraer capitales.
El aumento de interés por parte de la FED es un política positiva para la economía estadounidense, pero afecta a otros países, especialmente a México. El cambio de interés provoca la redirección de los flujos de capital. Los inversionistas siempre buscan tener mejor rentabilidad e incrementar sus ganancias, por ejemplo: evitan adquirir deuda en dólares, pero consideran rentable comprar deuda estadounidense y retirar su dinero de otras economías, generalmente de países emergentes.
El alza de tasas de interés, es una práctica común en el sistema financiero internacional, a pesar de tener efecto en los demás países; pero existen mecanismos para reducir el impacto y para hacer acuerdos sobre el tema. Pero el proteccionismo y la guerra comercial es un sinsentido que afecta a todos. La directora gerente del FMI, Christine Legarde, ha invitado a los países a no involucrarse en la guerra de EE.UU. y evitar la escalada de políticas proteccionistas, pues pone en peligro la economía de millones de personas.
