Caos en la autopista

Este sábado tuve que salir de improviso a Monterrey a llevar a mi esposa a una consulta médica urgente, por lo que a muy temprana hora nos embarcamos a la ciudad de las montañas, pues la cita era temprano. Por lógica, y con la intención de llegar lo más pronto posible, enfilamos por la autopista de cuota Nuevo Laredo-Monterrey: crasso error. Y es que la intensa oleada de paisanos mantiene prácticamente saturada la carretera, por lo que el suplicio empieza tres kilómetros antes de llegar a la caseta de cobro situada en el Kilómetro 100, donde justamente empieza la fila para poder pagar la exagerada cuota de 228 pesos de peaje. Y es que la lentitud en el cobro, es la principal causa de las filas, aún cuando los cajeros se defiendan diciendo que la mayoría paga con billetes de alta denominación y casi nadie paga exacto para con esto poder agilizar el cruce, pero es evidente que casi nadie va pensando en llevar la cantidad exacta, máxime que las cuotas aumentan cada vez que se les pega la gana. Total que el atravesar esos tres kilómetros para llevar a la caseta, conlleva más de media hora de tiempo. Pero eso no es nada, una vez pasado el referido punto, más adelante hay otro congestionamiento debido a unos trabajos de reparación que se hacen en la carretera, con lo que otra vez se va a vuelta de rueda y se pierde otra media hora. Y no avanza uno ni 10 kilómetros, cuando más adelante, hay otras obras, y con ello otro retraso de media hora. Total, que lo que normalmente se tarda uno en atravesar de punta a punta la autopista, que es de una hora, se lleva en este tiempo hasta dos horas y media, es decir hora y media más de lo contemplado, por lo que siendo así ni chiste tiene pagar los 228 pesos del cobro del peaje de la autopista, porque por la carretera nacional se llega más rápido. Ante esto es evidente que la autopista es un fraude, ya que no cumple con el requisito de ser una pista, ante la lentitud con que van los vehículos. De hecho es un fraude porque la concesión que se dio en 1992, a 20 años, ya venció en el 2012, aunque por lo oscurito la han extendido, y con ello nos siguen perjudicando, porque se suponía que una vez culminada la concesión la autopista pasaría a ser libre, o cuando menos bajar el costo, y ni una cosa ni otra, ya que sigue siendo de cuota, y más cara que nunca. Por lo tanto, ante la oleada de paisanos, no es recomendable usar la autopista por lo menos en este mes, y de hecho parte de enero, porque en el regreso también hay lentitud. Es mejor usar la carretera nacional, que aunque evidentemente conlleva más riesgo, al menos es más rápida, y sobre todo sin costo.